martes, 19 de mayo de 2009

catálogo de incesantes, de marcos canteli


(imágenes: Joseph Cornell)

Hace una semana me di cuenta de que había sido publicada en Pata de Gallo, el blog de crítica de poesía de Literaturas.com,  mi reseña del libro catálogo de incesantes de Marcos Canteli.

Es la primera de una espero que larga y entretenida serie de colaboraciones con dicho blog. Cuelgo aquí mi crítica de este poemario cuya lectura, como se puede apreciar, os recomiendo.

http://patadegallo.blogspot.com

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Marcos Canteli, catálogo de incesantes
Bartleby, 2008



Al tomar como inspiración las dudosas teorías de Fenollosa acerca de los ideogramas chinos, Ezra Pound alcanzó una de las técnicas más fecundas de la poesía del siglo XX: la yuxtaposición de imágenes que configuran una nueva unidad intelectiva y sensorial, a través de asociaciones imprevistas pero meticulosamente calculadas. No fue el primero en emplear este método asimilable al del collage, pero sí quien supo darle una profundidad alejada del experimentalismo naïf de la primera vanguardia: tras su estela seguirían T. S. Eliot, Charles Wright, Hilda Doolittle y, en nuestra lengua, autores tan dispares como Gilberto Owen, el primer Leopoldo María Panero, Rodolfo Hinostroza u Olvido García Valdés.


 El asturiano Marcos Canteli, en su catálogo de incesantes, también ha conseguido apropiarse de esta técnica de modo indudablemente nuevo y personal. Su fuente de inspiración se halla más cerca de Japón (títulos como “ikebanas”, palabras como “saba”, alusiones a maestros como Aitken o Buson), con una búsqueda de la inmediatez vital parangonable a la del haiku, aunque con métodos bien distintos. Del lenguaje convulso, electrizante, de su anterior libro su sombrío (DVD, 2005), este catálogo retoma y expande de manera casi viral dos características: un arduo trabajo sobre el lenguaje, que implica retorcerlo, comprimirlo, para hallar nuevas vías de aprehensión –y aprensión– de las palabras, y la manipulación e incorporación de textos ajenos, que en este caso se enraízan hasta formar parte indiscernible de la fibra del nuevo poema.


Así, entre sus páginas encontraremos imágenes y palabras de poetas como Eduardo Milán, José Kozer, Lezama Lima o Robert Desnos, pensadores como Benjamin o Wittgenstein, cineastas como Víctor Erice o Andrei Tarkovski, cuyas películas sirven de correlato a cuatro de los poemas. Aunque quizá la conexión más relevante, a la hora de asimilar la estética de catálogo de incesantes, sea la presencia de Joseph Cornell. Al igual que las cajas del artista americano combinaban elementos dispares, yuxtaponiendo una serie de reliquias cuyo poder no es metafórico sino metonímico (cada una de ellas funciona como un misterioso souvenir de vivencias desconocidas, pecios de naufragios imposibles), el material poético de Canteli se dispone en teselas, reductos de lenguaje donde cada frase o cada sintagma puede alcanzar la complejidad de un texto completo, pero formando mosaicos “con todo lo que quepa en una caja de cerillas”, como se dice en el poema titulado “Sin reprimir el rostro”, que no en vano acaba con una inquietante admonición que bien podría considerarse una poética: “escribiremos en celdas pero nunca solos”. 


 Lo que estas “teselas”, “mallas” o “claustros” tratan en vano de organizar (pues hay un conflicto entre “necesidad” y “azar”, “organismo” y “mejunje”: véase el poema “Núcleos de resistencia”) son “vetas / de mi médula en traducción”, “síntesis de materia oscura en vísceras”, la escritura como “hemorragia de luz” que genera en su flujo imágenes intensas, alusivas y elusivas, que en ocasiones logran el grado de sinestesia múltiple, uniendo percepciones táctiles, visuales, olfativas y de sabor en una sola frase (“manos de limón siendo desnudos garfios”). Compactas “olas de imágenes” que resumen un “estar en traducción” de estados anímicos y sensaciones físicas, con un lenguaje densamente corpóreo, “pensamiento con púas de cosas sensibles”, donde lo exterior se hace interior filtrado por la numerosa presencia de los órganos. Médula, hueso, párpado, pulmón, garganta, venas, lengua, músculo, pero ante todo el ojo, cuyo “mirar candente” adquiere las más imprevisibles mutaciones: “contra del ojo”, “córnea cámara”, “ojos ojivales”, “mineral mirada”, un “ser párpado” donde “sólo la córnea relaja del ojo” e incluso el globo ocular se imagina seccionado en finas láminas, en una secuencia que en manos de un poeta menos hábil podría resultar ridícula, pero que Canteli consigue enhebrar de modo sorprendente: “peladura de ojos, en tajadas (carpaccio) casi transparentes, tendones de pez, liquidez, fibra”


 Una vez más Marcos Canteli ha conseguido un poemario denso y magnético que puede intimidar –y esto no es necesariamente malo- a aquellos lectores que prefieren la seguridad de los caminos previsibles, pero que atraerá sin duda a quienes buscan nuevas vías para habitar el lenguaje, pistas para establecer un nexo de unión diferente entre la palabra, la memoria y la experiencia del cuerpo. Al juicio de quien esto escribe, catálogo de incesantes es uno de los mejores libros editados en el poéticamente afortunado año 2008, y la confirmación de que la poesía española más interesante se está escribiendo en los verdaderos márgenes, lejos del oropel de las consagraciones oficiales.

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Añado como muestra el poema con el que comienza el libro:              Teselas / 1

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actúa tu edad / este año lleva la marca retuvo hueso el enjambre, entre formas de ascesis y fantasía  instancia / bien en diáspora de corazón (fondo enigmático que por ti salía del sueño, fondo acorazado), bien en cicatriz que fuera regreso hacia un póstumo (siempre) pulmonar de escritura  pulso antiguo por delante, sin remedio orgánico / fractal tu hora que de amor supura pero escribe en piedras candentes  el mismo pelaje en el gesto ético del traductor, esa casi inadvertida forma de claridad hiriendo la certeza de raíz y sustancia, en la más tensa escritura  decirlo en dictum: la muerte es eléctrica / bueno es estar a oscuras / bucear en vilo  o con Wittgenstein: que no todo se alcanza mediante una escalera


23 comentarios:

Stalker dijo...
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rubén m. dijo...

Me deja atónito que la reseña te guste más que el libro... No sé qué decir, te agradezco el elogio.

En torno a las objeciones que señalas respecto a la voz de Canteli: creo que es cierto, y él mismo lo admite dedicándole el poemario, que en "catálogo..." hay una huella muy fuerte de Ullán. Personalmente Ullán es un poeta que no me atrae en exceso; no quiero decir que me parezca malo, en absoluto, sino que no conecta demasiado con mis inquietudes y por eso llevo mucho tiempo sin leerlo. Quizá a esto se deba que su huella en Canteli, pese a no pasarme desapercibida, no me haya pesado como una carga negativa en su lectura.

En la segunda objeción estoy menos de acuerdo, de hecho "su sombrío" me parece un libro muy diferente a éste. En la forma, y en método constructivo; no así, lógicamente, en ciertos recursos verbales que forman parte de ese estilo que mencionas. Tendría que releerlo, pero en "su sombrío" me dio la impresión de que el influjo más patente era el de Celan, por su lenguaje fracturado y esas transgresiones morfosintácticas. El "patchwork" sólo aparecía claramente en la sección de los palimpsestos. Aquí en cambio ese recurso es el método arquitectónico del libro y, si bien no es un recurso original (cuál lo es), creo que lo lleva a un terreno interesante donde su voz se distingue a pesar de los contínuos ecos que convoca. A veces puede parecer arbitrario, otras da destellos a mi parecer de gran altura, esas concentraciones semánticas como eso que he llamado "sinestesia múltiple".

Con todo creo que tienes razón al señalar que a Canteli difícilmente le pueda merecer la pena seguir este método en sus próximos libros, pues aquí en "catálogo..." lo ha explorado con mucha insistencia. Considero que tus críticas son muy constructivas y pueden serle de utilidad al poeta si por casualidad las lee.

P.S.: Quizá lo de los poemas dedicados a Tarkovski te haya hecho leer el libro con más severidad... ;)

Anónimo dijo...

Oi. Parabéns por seu excelente blog. Gostaria de lhe convidar para visitar meu blog e conhecer alguma coisa sobre o Brasil e nossa luta contra o comunismo. Abração

rubén m. dijo...

Prezado amigo Clausewitz:

Rogo desculpe o meu pobre portugues. Muito obrigado por o seu elogio. Eu visitarei o seu blog com muito prazer pra conheçer melhor vosso belo país, ainda que a luta contra o comunismo nao seja do meu particular interesse.

Abraçao

(desde luego, ya me decía Raúl que lo que no me pase a mí... O__O)

Stalker dijo...

La extrema derecha brasileña intentando reclutar a Rubén para su cruzada.

Anécdota para enmarcar: a-co-jo-nan-te.

Y tu respuesta elegante es encomiable. Yo habría soltado cualquier burrada.

Salud

raúl quinto dijo...

rubén además de un infectado eres un imán para fascistas... si cogiera tu obra el amigo Fortes ibas directo al tribunal de La Haya..


Y ya sobre Canteli y sus libros, desde la perspectiva que me da haber leído todos ellos, la verdad es que no entiendo lo que dice Stalker, pues es muy claro que hay una evolución desde Reunión hasta llegar a este Catálogo, si en en el primer libro es muy reconocible la huella de escuela (la marca Celan, la poesía metafísica castellana), desde ahí comienza un camino de deshilachar los nexos de la comunicación que tiene varias paradas (el salto de Enjambre a Su Sombrío es bastante significativo, y no veo en el primero nada de collage, o al menos no tan explícito como en Catálogo). Yo creo que Canteli ha ido abriendo brecha en una dirección que puede, es cierto, que haya llegado en Catálogo a un punto de no retorno, pues es un libro excesivo (entiéndase esto no como una pega) y un paso más en esa dirección puede llevar al eco de un hueco.

Sea como sea, es un poeta de los más atrevidos y válidos que tenemos, nada más que por su voluntad de riesgo ya merece todo el respeto. Además a mí me gusta mucho cómo esccribe, pero reconozco que su libro que más me impresionó (y mucho) fue Su Sombrío.

La reseña, por cierto, está muy bien, siempre he creído que tenías que aplicar tu ojo de manera pública sobre los libros que lees, pues tienes cosas que decir y bien.

un abrazo camarada.

rubén m. dijo...

No sé qué motor de búsqueda les ha llevado hasta aquí. Quizá, al igual que la derecha española ahora hace manifestaciones por las calles, la derecha brasileira está buscando vates que amenicen la contra...

Y aquí de fondo suena la voz de lija de Dylan: "the times are chaaaanging..."

rubén m. dijo...

Raúl, por eso me he cambiado otra vez de avatar, para aplicar mi ojo...

Un imán para fascistas y un infectado!! jojojo. Toma jeroma. Oye, que si el profesor Fortes fuera Dios y leyera nuestros libros nos mandaría a todos no a la Haya, sino a un gulag directamente, por pequeño-burgueses infectos.

un abrazo!

Stalker dijo...
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raúl quinto dijo...

qué cosas dices... acaso crees en la infalibilidad, stalker? puede ser que con mi libro también estuvieras equivocado... yo con Canteli parto desde la persepctiva de haber leído todos sus libros, todos, no sólo los dos últimos, ahí se ve de dónde viene y se ve la secuencia del salto.

un abrazo

rubén m. dijo...

Yo creo que todos tenemos razón, sobretodo en lo que no nos ponemos de acuerdo. Incluído Clausewitz.

He estado indagando, haciendo pesquisas y he llegado a tres hipótesis para explicar esta visita de la extrema derecha brasileira:

a) Se han enterado de que Stalker es fan de Joao Gilberto y otros genios de la bossa nova. Desde ese momento, nos investigan para averiguar nuestra filiación política, sin saber que en este blog de momento no hay comunistas, sino sólo fundamentalistas pop (Raúl), anarcodefensores del búfalo (Stalker) y tecno-polpotistas moderados (yo).

b) El amigo Clausewitz tiene una importante falla en su formación anticomunista: le gusta el arte abstracto y la buena escritura. Visita con frecuencia el blog de Ana. Se ha enamorado platónicamente de ella y se lee todos los comentarios con delectación y paranoia; ha visto el mío, un poco sardónico, acerca del recién finado Mario Benedetti (DEP), cuya filiación castrista es de todos conocida, al final del post "Adentramiento: Francisco Farreras", y ha visto en mí a un posible camarada (con perdón) para su causa.

c) Marcos Canteli no lleva tiempo fuera de España en vano: está formando una milicia. Por toda Hispanoamérica (no en vano, este blog ha recibido hace una hora una visita de Perú, según Traffic Feed) recluta jóvenes derechosos a los que convence de que la obra de Lezama Lima, cuya no filiación castrista es de todos conocida, es en realidad un gigantesco mensaje en clave que profetiza la final y definitiva destrucción de las ideas marxistas. Sus soldados leen "Paradiso" todas las noches, agazapados en la jungla colombiana o en oscuras pensiones de Sao Paulo, esperando el momento de saltar a la Madre Patria. No saben que en realidad lo que Canteli hace es adoctrinarles para instaurar un Nuevo Orden Poético en nuestro país, con una implacable expedición punitiva contra los poetas figurativos. Sus planes iban para largo, pero los últimos escritos de Joan Margarit le han enfurecido y el derramamiento de sangre es inminente. Según mis informes, Eloy Sánchez Rosillo puede ser de los primeros.

Stalker dijo...

Hacía tiempo que no me reía tanto. ¡Qué escondida tenías esa faceta de escritor satírico, Rubén!

Desternillante, brillante.

Además es cierto, soy un fan absoluto de la música brasileña. ¿Cómo te has enterado? En el blog creo no haberlo mencionado aún. ¡Lo reservaba como un cartucho sorpresa para el verano!

Querido Raúl:

has pasado por alto lo único que tenía jugo en mi comentario. La figura de Raúl el estilita, rezando en una columna de los desiertos de tabernas, debería inspirarte algún poema beato-etílico, como mínimo.

Abrazos, compañeros, me habéis alegrado la tarde.

raúl quinto dijo...

rubén, creo que pasas por alto la verdad del caso, ya que no lo haces lo haré yo, contaré tu vergonzante paso por las juventudes maoístas del zaidín, grupúsculo del que te expulsaron por melifluo y circunflejo... de ahí al salto a la extrema derecha sólo hay un pasito, el que diste la otra noche bajo el influjo de un soberano pedal que de borrachera lindaba con iluminación mesiánica: en el centro de Linares aún resuenan las salvas y aplausos de la multitud enforverizada que repetía tus palabras de ¿Quién dijo cocacola en mi atanor?... que de todo se entera uno, tío, desde que te vi por primera vez supe que había un pequeño mussolini escondido bajo tu gorrillo de lana, no me engañas. el brasileño ha sabido a que puerta tocar...

rubén m. dijo...

Kamarrada Stalker:

de tu amor por la música brasileña me enteré en una de vuestras interminables discusiones musicales en el blog de Raúl. Yo también me he reído con este asunto, pero espero que la milicia no se radicalice y no me mate a mí también por usar signos de puntuación en mis poemas.

Disidente Raúl:

qué fosco manipulador eres. Merecerías que un lebrel coruscante te mordiera la entrepierna. Sabes que lo del atanor no lo dije borracho sino tras una sobredosis de antihistamínicos, y que el MMPLIZ(Movimiento Maoísta Para La Independencia del Zaidín) es uno de los movimientos políticos más retrógrados que existen.

Por eso me fui con mi amigo Federico Jiménez Losantos, que es para mí lo que Pancho era para Valente. ¿Lo escuchas hablar en las Mañanas de la Cope? Pues en realidad soy yo. Tiembla.

acriflor dijo...

Me vuelve loca Araki

rubén m. dijo...

Bienvenida, María. A mí también me gusta mucho Araki, pero más aún Moriyama, a quien le dedicaré un post dentro de poco.

un saludo

Ana Hidalgo dijo...

no sé si será porque es el primer poema de marcos canteli que leo, pero a mí este poema que has puesta me ha fascinado, esa forma en la que las oraciones se van insertando una en otra, esa espiral. conecta con mi visión lingüística.

por otro lado, como apunte absurdo, lo que me ha gustado mucho es el nombre del autor. qué bonito suena "marcos canteli"...

el señor josé antonio fortes ayer dio una clase donde hablaba de la editorial visor: sus premios, sus ganancias, sus cabecillas. por cosas como esa respeto a ese hombre, aunque si entrara en mi blog no sé si me pondría la matrícula que piensa ponerme por ese trabajo donde explicaba -con todo mi cinismo y sofística posible- que las vanguardias eran una trampa capitalista. si lo mismo fortes tiene razón, somos unos pequeñoburgueses decadentes, unos funcionarios ideológicos de estado y por eso la ultraderecha brasileña se fija en nosotros.

http://www.fortesfanclub.blogspot.com/

y decirle a stalker que yo también soy fan de joao gilberto. ese "eu sei que vou te amar" es una de las cosas más hermosas y sencillas que he escuchado.

besitos.

Stalker dijo...

Está muy bien descabezar la leyenda Visor, pero estas palabras de Fortes:

«San F.º G.ª Lorca era un señorito, poeta mediocre e intelectual pésimo».

Es a todas luces un exceso y un insulto, y lo dice alguien no precisamente afecto a la poesía de Lorca. Pero de ahí a pasarse quince pueblos...

Me gusta el planteamiento de tu trabajo, Ana. Ya veo que metes un poco de caña, algo muy saludable.

Abrazos

rubén m. dijo...

Ana, me alegra que te guste el poema (y el nombre) de Canteli. Al fin y al cabo eso es de lo que se trata, de disfrutar, aunque Fortes difícilmente lo comprendería. En los mejores momentos de "catálogo" da la impresión de que cada texto no es un poema, sino un mosaico de poemas en miniatura ("póstumo pulmonar de escritura", por ejemplo, es un sintagma tan complejo semánticamente que se podría considerar un poema por si mismo). Por eso me ha recordado tanto a Joseph Cornell, esas cajitas de reliquias y texturas...

Las ideas de Fortes son muy intransigentes y su opinión sobre literatura, como arte (para él de hecho el arte es sólo "capital cultural"), carece por completo de interés. Lo de Lorca sin ir más lejos es una mera provocación, pero conviene escucharle cuando habla de las alcantarillas del sistema cultural, y sobre quiénes decide qué es bueno y qué se publica. Entonces es cuando se vuelve necesario, y terrorífico. De su enfrentamiento contra el Inefable (a partir de ahora llamaremos así a L.G.M., no vayamos a salir mañana en la prédica de Iñaki Gabilondo) mejor no hablamos, que eso tiene más peligro que el ejército lezamaníaco de Canteli... además, me propuse desde el principio hablar lo menos posible de subliteratura en este blog.

besinhos

Ana Hidalgo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ana Hidalgo dijo...

a fortes en ocasiones se le respeta y en otras piensas que tiene "demasiada pasión por lo suyo". yo no estoy para nada de acuerdo con muchas de sus ideas sobre la literatura, yo para fortes sería una esteticista burguesa, pero sí admiro que sea una tendencia diferente dentro de lo que es el ámbito general de la universidad, y que invite a reflexionar sobre lo que hay tras cada manual de literatura, lo que se mueve tras cada concurso literario o recital de poemas.

rubén m. dijo...

"demasiada pasión por lo suyo", jajajaja... esa muchachada...

Estoy completamente de acuerdo con lo que dices, de hecho ya lo hablamos en Granada. Está bien que haya voces disonantes en la Universidad, y que susciten curiosidad por los perversos mecanismos del Parnaso.

besos

rubén m. dijo...

Joder, me acabo de enterar de la muerte de J.M.Ullán. Qué fea casualidad y qué racha llevamos. Razón de más para vuelva a acercarme a su poesía.

Descanse en paz.