lunes, 28 de septiembre de 2009

emily dickinson (2): secreto, peligro





“Secretos” es palabra cotidiana

mas no existe –

Silenciada – remite a conjeturas –

Susurrada – cesó –

En la Mazmorra del Corazón Humano

sin duda hay secretos –

Pero a ese inviolado Sumidero –

no va ni viene nada

que tenga Oído o Lengua –

Los secretos allí encadenados

emergerán sólo una vez – y sin palabras –

al Sepulcro -

.
.


(1385)

"Secrets" is a daily word

Yet does not exist --

Muffled -- it remits surmise --

Murmured -- it has ceased --

Dungeoned in the Human Breast

Doubtless secrets lie --

But that Grate inviolate --

Goes nor comes away

Nothing with a Tongue or Ear --

Secrets stapled there

Will emerge but once -- and dumb --

To the Sepulchre --















La inconfundible conexión del Alma

con la inmortalidad

se revela mejor en el Peligro

o en el Desastre súbito –

.

como el Relámpago sobre un Paisaje

desvela Vastedades del Espacio –

que no se sospechaban – salvo por el Fulgor –

por el Chasquido – y lo Imprevisto.







(974)

The Soul's distinct connection

With immortality

Is best disclosed by Danger

Or quick Calamity --


As Lightning on a Landscape

Exhibits Sheets of Place --

Not yet suspected -- but for Flash --

And Click -- and Suddenness.





(imágenes: J.H.Engstrom / Julia Hidalgo; traducciones: R.M.)

domingo, 20 de septiembre de 2009

visiones del cuerpo: antoine d´agata


Antoine d´Agata no fue el primero ni será el último en retratar el inframundo de la prostitución y la miseria callejera. Pero la descarga de muchas de sus fotografías está más cerca de Bacon que de García-Alix: la plasticidad y la precariedad del cuerpo, el cuerpo reblandecido, comerciado, degradado o sublimado. El movimiento aquí es sólo una operación inevitable para mostrar el cuerpo de la droga, del orgasmo o la anorexia, los instantes en que el rostro desvela su animalidad, su mandíbula interior, su anonimato íntimo.

Una completa galería, aquí.










martes, 15 de septiembre de 2009

leonard cohen: "i tried to leave you"





"He intentado dejarte, no lo niego. He puesto punto final a nuestra historia al menos cien veces. Pero me despertaría cada mañana junto a ti. Buenas noches, mi amor, espero que estés satisfecha. La cama es algo estrecha, pero mis brazos están de par en par abiertos, y he aquí un hombre que trabaja aún por tu sonrisa."






I tried to leave you, I don't deny
I closed the book on us, at least a hundred times.
But I'd wake up every morning by your side.
...
Goodnight, my darling, I hope you're satisfied,
the bed is kind of narrow, but my arms are open wide.
And here's a man still working for your smile.

jueves, 10 de septiembre de 2009

the killing moon



Sobre este fin de semana planeaba la que iba a ser la fiesta musical más intensa y especial imaginable: el domingo, Leonard Cohen en directo, y la madrugada del sábado también los míticos Echo and the Bunnymen iban a visitar inesperada y gratuitamente los escenarios granadinos.

Por desgracia una triste noticia pone en seria duda la actuación de los hombres-conejo: este primer sábado de septiembre Jake Drake-Brockman, teclista oficial del grupo desde 1989, murió a los 53 años al chocar su moto contra una ambulancia en la isla de Man, segregando desde ya una leyenda negra -el batería falleció en casi idénticas circunstancias hace veinte años- o al menos una de esas ominosas casualidades con las que la muerte traza sus constelaciones.

Desde aquí mi pesar por esta pérdida y, a falta de saber si podremos ver a Echo and the Bunnymen este sábado, os invito a escuchar The killing moon, para mí una de las canciones más mágicas y entrañables de los 80 (que algunos recordarán por la escena inicial de la película Donnie Darko), improvisando también una traducción de su letra.









te vi bajo la luna azul
tan pronto me tomaste
entre tus brazos

tarde para suplicarte o impedirlo
aunque sé que ésta debe ser
la hora asesina

la mía, a mi pesar

el destino
en pie frente a tu voluntad
contra viento y marea
esperará hasta que
te entregues a él

te vi en las noches estrelladas
tan cruelmente me besaste
tus labios, un mundo mágico
tu cielo, lleno de colgantes joyas
la luna asesina
vendrá demasiado pronto


el destino
en pie frente a tu voluntad
contra viento y marea
esperará hasta que
te entregues a él







Under blue moon I saw you
So soon you'll take me
Up in your arms
Too late to beg you or cancel it
Though I know it must be
The killing time
Unwillingly mine


Fate
Up against your will
Through the thick and thin
He will wait until
You give yourself to him


In starlit nights I saw you
So cruelly you kissed me
Your lips a magic world
Your sky all hung with jewels
The killing moon
Will come too soon


Fate
Up against your will
Through the thick and thin
He will wait until
You give yourself to him


(Echo & the Bunnymen, "The killing moon", del álbum Ocean Rain, 1984)


viernes, 4 de septiembre de 2009

el deseo según marguerite duras






"Como tú, yo también he intentado luchar con todas mis fuerzas contra el olvido. Como tú, he olvidado. Como tú, he deseado tener una memoria inconsolable. Una memoria de sombras y piedras. He luchado por mi cuenta. Con todas mis fuerzas. Contra el horror de no entender ya la necesidad de acordarme. Como tú, he olvidado. ¿Por qué negar la necesidad evidente de la memoria? Escúchame. Todavía sé. Volveré a empezar. Doscientos mil muertos. Ochenta mil heridos en nueve segundos, son cifras oficiales. Volveré a empezar. Habrá diez mil grados sobre la tierra. Diez mil soles, dirán. El asfalto arderá y reinará un profundo caos. Una ciudad será destruida entonces y se convertirá en cenizas. Me encuentro contigo, me acuerdo de ti, ¿quién eres? Me matas, me das placer. ¿Cómo saber que esta ciudad estaba hecha para el amor? ¿Cómo saber que tu cuerpo estaba hecho para mí? Me gustas, qué acontecimiento, me gustas. Qué lentitud, de repente. Qué dulzura. No puedes saber. Me matas, me das placer. Me matas. Me das placer. Tengo tiempo, te lo ruego, devórame. ¿Por qué no tú, en esta ciudad, en esta noche? Tan parecida a las demás como para confundirla."


(Hiroshima mon amour; dirección: Alain Resnais; guión: Marguerite Duras)