martes, 27 de octubre de 2009

only when i lose myself



...
Hay miles de motivos
por los que no debería pasar mi tiempo contigo
pero por cada motivo para no estar aquí
puedo pensar en dos
que me mantienen resistiendo
...


¿Tenía que vender mi alma por un placer como éste?
¿Tenía que perder el control para atesorar tu beso?
¿Tenía que poner mi corazón en la palma de tu mano?
¿Antes de que pudiera al menos empezar
a comprender?


Sólo cuando me pierdo a mí mismo en otro
me encuentro a mí mismo







There´s thousand reasons why
I shouldn´t spend my time with you
For every reason not to be here I can think of two
Keep me hanging on
...

Did I need to sell my soul
For pleasure like this
Did I have to lose control
To treasure your kiss
Did I need to place my heart
In the palm of your hand
Before I could even start
To understand

Its only when I lose myself in someone else
That I find myself
I find myself



(Depeche Mode, Only when I lose myself, 1998)


jueves, 22 de octubre de 2009

sintonizando a ballard (3): neuropaisajes

0303 from Jesús Olmo on Vimeo.

Las gimnospermas de color verdinegro, intrusas del pasado triásico, y los edificios de fachada blanca del siglo veinte, sumergidos a medias, aún se reflejaban juntos en el espejo oscuro del agua. (...) Las casas de ladrillo y las fábricas bajas de los suburbios habían desaparecido completamente, sepultadas bajo mareas de cieno.



—Los mecanismos liberadores innatos impresos en tu citoplasma hace millones de años han despertado. El sol en expansión y la temperatura en aumento están arrastrándote hacia abajo, por los niveles espinales hasta los mares sumergidos en las capas más bajas de tu inconsciente, a una zona enteramente nueva de la psique neurónica. Esta es una transferencia lumbar, una memoria totalmente biopsíquica. Recordamos realmente estos pantanos y lagunas. Luego de unas pocas noches los sueños ya no te asustarán, a pesar de su horror aparente.


(…)



Recordó a las iguanas que habían gritado y embestido en la escalinata del museo. Así como ya no era válida la distinción entre contenidos latentes y manifiestos del sueño, del mismo modo nada dividía ahora lo real de lo sobrerreal en el mundo exterior. Los fantasmas se deslizaban imperceptiblemente de la pesadilla a la realidad y otra vez a la pesadilla, y los paisajes terrestres y psíquicos eran indistintos, como lo habían sido en Hiroshima y en Auschwitz, en el Gólgota y en Gomorra.


(…)


—Pero es otra cosa lo que me preocupa. ¿Sólo cambia el paisaje exterior? Cuántas veces, casi todos nosotros, hemos tenido la impresión de deja vu, de haber visto antes todo esto, en verdad, de recordar demasiado bien estos pantanos y lagunas. Los recuerdos biológicos son casi siempre desagradables, ecos de peligros y terrores. Nada dura tanto como el miedo. En toda la naturaleza ves ahora ejemplos de mecanismos liberadores innatos, que han estado dormidos durante miles de generaciones, pero que conservan todo su poder. El ejemplo clásico es el miedo atávico que siente el ratón de campo por la silueta del gavilán: basta mostrarle una figura de papel para que se precipite a esconderse. ¿Y de qué otro modo puedes explicar la repugnancia universal y completamente injustificada que inspiran las arañas, aunque sólo una especie pica a sus víctimas? ¿Y el odio que sentimos por las serpientes y reptiles, también sorprendente, pues estos animales no son muy comunes? Sólo porque todos llevamos en nosotros mismos un recuerdo oculto del tiempo en que las picaduras de las arañas gigantes eran mortales, y los reptiles dominaban el planeta.




Kerans sintió el peso de la brújula en el bolsillo y dijo:


—¿Te preocupa entonces que un aumento de la temperatura y las radiaciones despierten recuerdos similares en nuestras mentes?


—No en nuestras mentes, Roben. Estos son los recuerdos más antiguos de la Tierra, los códigos de tiempo que llevamos en los genes y en los cromosomas. Todo paso hacia adelante en el camino de la evolución es una piedra miliar de recuerdos orgánicos. Desde las enzimas que gobiernan el ciclo del anhídrido carbónico hasta la organización del plexo braquial y de los haces nerviosos de las células piramidales del cerebro medio, todo es un registro de mil decisiones tomadas ante una crisis fisicoquímica repentina. Así como el psicoanálisis reconstruye la situación original traumática para liberar el material reprimido, así se nos arroja ahora al pasado arqueopsíquico, donde descubrimos los antiguos tabúes e impulsos, adormecidos durante tantos milenios. No nos dejemos engañar por la brevedad de la vida del individuo. Cada uno de nosotros tiene la edad de todo el reino biológico, y nuestras corrientes sanguíneas son ríos que desembocan en el vasto océano de la memoria de ese reino. La odisea uterina del feto recapitula todo el pasado evolutivo, y su sistema nervioso central es una escala de tiempo cifrada. Todo nexo de neuronas y todo nivel espinal son una etapa simbólica, una unidad de tiempo neurónico. Cuanto más desciendes en el sistema nervioso, desde el cerebro a la médula, más desciendes también en el pasado neurónico. Por ejemplo, la unión entre las vértebras torácicas y lumbares, entre la duodécima del tórax y la primera lumbar, es la gran zona de tránsito entre los peces que respiran agua y los anfibios que respiran aire y desarrollan una caja respiratoria, la zona en que nos encontramos ahora, en las orillas mismas de esta laguna, entre la era paleozoica y la era triásica.


(J.G.Ballard, El mundo sumergido)




Estos abrazos de Travers eran gestos de afecto desplazado, las bodas de Freud y Euclides. Claire Austin se sentó al borde de la cama, esperando, mientras la mano de él le recorría la axila izquierda como si le explorase los parámetros de una geometría especulativa. En una revista de cine tirada en el suelo habia una serie de fotografías de una mujer joven en diversas posturas de muerte, escenas del desagradable documental de Koster. Estos peculiares elementos geométricos contenían las posibilidades de una violencia horrenda. ¿Por qué la habia invitado Travers a su apartamento sobre el zoo? Los muebles aún mostraban huellas del paso de una mujer: el perfume en la colcha, la caja de anticonceptivos aplastada en el cajón del escritorio, el álgebra íntima de la disposición de las almohadas. Travis trabajaba sin descanso en estas fotografías obscenas: pechos izquierdos, las muecas de los empleados de una estación de gasolina, heridas, catálogos de películas eróticas japonesas:"areas de tiro al blanco", decía él. Parecía transformarlo todo en posibilidades pornograficas inherentes. Cuando le apretó el pezón izquierdo con el pulgar y con el índice, ella torció la cara; una manipulación obscena, parte de una nueva gramática de la crueldad y la agresión.


(J.G. Ballard, The atrocity exhibition)


martes, 20 de octubre de 2009

intersecciones: dolor, inmovilidad



Dime lo que he de hacer. Las palabras
se agolpan. Dime algo, dices, dice
él. A mí, me parece
que no dejo de hablar. No obstante,
cuando lo intento -dime, dice-, oigo
como un gemido, tan sólo un gemido
que arrastra el llanto.

Dime lo que he de hacer. Llévame a
donde me digan lo que he de
hacer. Sus ojos. Tus ojos -¿tus?- sí,
cálidos ojos-lago, ojos-aquí.
Aquí, como los niños
y los idiotas. Por eso tus ojos,
para quedarme. Para
seguir aquí. Para aguardar
aquí. ¿Aguardar qué? No importa.
Para aguardar.

Ni dentro ni en superficie.
Aquí donde los niños
y los pobres de mente. Un aquí
que se prolonga en tus ojos, sus ojos,
para poder quedarme.
Dime lo que he de hacer.
Escribo porque tal vez no hablo.
No me sueltes.


(Chantal Maillard, Hilos)



***



concebir el dolor como un campo que, en el orden de la existencia, se abre precisamente en el límite en el que el ser no tiene posibilidad de moverse.


(Jacques Lacan, Seminario VII)















martes, 13 de octubre de 2009

dos poemas de anne sexton


(a petición de La Paciente número 24)


WHEN MAN ENTERS WOMAN

Cuando el hombre
penetra a la mujer
como muerde la orilla el oleaje
una y otra vez
y la mujer abre la boca de placer
y destellan sus dientes
como el alfabeto,
el Logos se aparece
ordeñando una estrella
y el hombre
dentro de la mujer
aprieta un nudo
para que nunca
más los separen
y la mujer
se encarama a una flor
tragándose su tallo
y se aparece el Logos, y
desencadena el río de ambos.


Este hombre
esta mujer
con duplicada hambre
han intentado traspasar
la cortina de Dios
y por segundos lo consiguen,
por más que Dios
en Su perversidad
desate el nudo.




When man,
enters woman,
like the surf biting the shore,
again and again,
and the woman opens her mouth with pleasure
and her teeth gleam
like the alphabet,
Logos appears milking a star,
and the man
inside of woman
ties a knot
so that they will
never again be separate
and the woman
climbs into a flower
and swallows its stem
and Logos appears
and unleashes their rivers.

This man,
this woman
with their double hunger,
have tried to reach through
the curtain of God
and briefly they have,
through God
in His perversity
unties the knot.

THE ASSASSIN


La muerte correcta está inscrita.
Saciaré el ansia.
Mi arco está tensado.
Mi arco está dispuesto.
Soy la bala y el gancho.
Estoy amartillada y a mano.
A él lo tallo ante mis ojos
como una escultora. Moldeo
su última mirada a los demás.
Desplazo sus ojos y su bóveda
craneana hacia cualquier postura.
Sé de su sexo masculino
y lo recorro con mi índice.
Son uno su boca y su ano.
Estoy en el centro del sentir.
Un tren subterráneo pasa
a través de mi ballesta.
Tengo un candado de sangre
y he hecho que sea mío.
Con este hombre tomo entre mis manos
su destino y con esta pistola
tomo los periódicos y con
mi ardor le tomaré a él.
Se inclinará ante mí
y sus venas saldrán en tropel
como si fueran niños… Dadme
su bandera y su ojo.
Dadme su rígido armazón, su labio.
Él es mi maldad y mi manzana y
lo acompañaré a su casa.



The correct death is written in.
I will fill the need.
My bow is stiff.
My bow is in readiness.
I am the bullet and the hook.
I am cocket and held ready.
In my sights I carve him
like a sculptor. I mold out
his last look at everyone.
I carry his eyes and his
brain bone at every position.
I know his male sex and I do
march over him with my index finger.
His mouth and his anus are one.
I am at the center of feeling.

A subway train is
traveling across my crossbow
I have a blood bolt
and I have made it mine.
With this man I take in hand
his destiny and with this gun
I take in hand the newspapers and
with my heat I will take him.
He will bend down toward me
and his veins will tumble out
like children... Give me
his flag and his eye.
Give me his hard shell and his lip.
He es my evil and my apple

and I´ll see him home.

(imágenes: Wim Delvoye / Helmut Newton; traducciones: R.M.)

domingo, 4 de octubre de 2009

low




Low es una banda formada en 1993 por Alan Sparhawk, Mimi Parker -marido y mujer, ambos mormones- y Steve Garrington. Si algo distingue a su música es su casi angustiosa maestría en la incorporación de la pausa, el silencio y el tempo lento, sólo comparable a la de Codeine, pero con una carga emocional mucho más inmediata. Varias de sus canciones se inscriben en un género que Gustav Mahler llamaría Kindertotenlieder, canciones a la muerte de niños; un ejemplo sería este "Amazing Grace", del espléndido álbum Trust (2003), para el que esto escribe uno de los temas musicales más gélidos y emocionantes de lo que llevamos de década.

***

Pero uno de los rasgos menos conocidos de este grupo, para quienes sólo se han acercado a él a través de sus discos, es su inquietante sentido del humor. El minimalismo de sus melodías se aplica a algunos de los videoclips provocando una especie de risa histérica interior. Aquí dejo unas muestras: dos canciones que no están entre lo fundamental de su repertorio (una de ellas es un villancico a modo de cara B), pero en estos vídeos la interacción con la imagen en movimiento es cuanto menos sorprendente. Sin desperdicio.