“Este mundo, o el hombre de las cajas”
La sombra del negruzco membrillero
La floración de polvorientas rosas
—— Y además
una verja de alambre entretejida con vid
¿o tradescantias o bistortas, acaso?
Allí arrojado entre las plantas
Recostado en una mecedora desgastada por el clima
Las manos plegadas en el abdomen como un muerto
¿Quién podría ser este hombre que mira como
lavado aquí de los restos de un mundo distante?
Este hombre es un joven decrépito un ángel roto
traído hasta aquí por el arca de los sueños un bote en forma de caja
¿Cuándo ocurrió? ¿Ayer o hace cien años?
*
El mundo al que este hombre pertenece no está aquí
El mundo al que este hombre pertenece
está muy lejos a través de las fisuras del sueño
protegido por sensibles, firmes padres
Este hombre con cuello almidonado es un chico listo
tiene dos bellas hermanas menores
y un hermano menor de honesto espíritu
Esta familia de ángeles que ocultan sus alas en sofisticados vestidos
está envuelta en áurea felicidad
Ese mundo de recuerdos distantes
como una caja que flotase en una galaxia de lágrimas
*
Una mañana de pronto ese bote en forma de caja fue hacia la orilla
a los umbrales de ese mundo feliz y atemporal
¿Cuándo ocurrió? ¿Hace un segundo o un millón de años?
Los sueños son siempre pesadillas intrusos con malas intenciones
dibujados por la muerte el padre fue empujado atrás
y el resto de la familia pronto se disgregó
Aquí desembarcaron en el patio trasero de una ciudad raquítica
Aquí donde ni los ángeles escapan al destino humano
La madre enfermó de ansiedad languidecieron las hermanas
y el alma inmaculada del hermano se surcó de arrugas
*
En este falso mundo en lo alto de las balanzas
este hombre fue el callado, insigne cabeza de familia
Trabajando más envejeciendo antes que nadie
Pero no era esa la realidad de quien él era
Su yo real está oculto bajo el disfraz de un viejo
desparramado en su silla sentado como un cadáver
Él respira los mares verdiazules de su propia realidad
Mira surcos de nubes que dejan los aviones sobre el mar
y aguza los oídos para escuchar el diálogo del día con las estrellas
*
Este hombre de pronto se levanta de su mecedora
y desciende despacio por las hojas caídas
al subsuelo halla su propio mundo en forma de caja
con objetos guardados con esmero en repisas y cajones
cajas de caramelos cajas de pastillas cajas para velas
recortes de viejas fotos partituras trozos de madera
conchas aros de bronce canicas celestes
cristales rotos pipas de pompas de jabón——
También estos son fragmentos del mundo real
llegados hasta aquí tras la deriva por las fisuras del sueño
Este hombre se toma mucho tiempo
¿Cuánto? ¿Una semana o treinta años?
Escoge los fragmentos los reúne
en el lugar correcto en la caja correcta
mientras el vago reflejo de la felicidad
de aquel mundo real ya tan lejano
se vuelve pálida luz de atardecer y cae
sobre el hábil movimiento de sus dedos
*
¿Ya no está en su mecedora del jardín, este hombre?
¿No está junto a su mesa del sótano?
Si no está en ningún lugar que pueda encontrarse
será que este hombre nunca ha estado aquí
Lo que creíamos ver no era sino
la sombra de su yo real
Sus pestañas en sombra trazando el arco de visión hacia el mundo real
Sus manos en sombra acariciando los pecios del mundo real
No es asunto nuestro lamentar su ausencia
Como pajarillos deberíamos bajar al jardín para mojarnos siguiendo su costumbre
y jugar en la claraboya de su sótano como la luz
*
Entonces ¿qué pasa con estas cajas?
Con los objetos capturados las princesas
las bailarinas los príncipes-conejo
las cacatúas las abejas las mariposas
¿Se aloja este hombre dentro de ellas
tomando prestadas las formas de criaturas efímeras?
Como el jardín y el sótano estas cajas son también
cuartos de hotel baratos para la sombra de este hombre
la que se balancea en la percha derrama algo de arena
crea sagaces grietas en el cristal de las ventanas
y se desvanece
El destino de su sombra es el mundo real
Estas cajas melancólicas que están ante nosotros
son los bordes del pozo por el que asomamos
la mirada hacia ese mundo y somos absorbidos
(Imágenes: Joseph Cornell)
(Poema: Mutsuo Takahashi, traducción indirecta de R.M. a partir de la versión de Jeffrey Angles)