¿Por qué tendría yo que culparla por llenar
mis días de dolor, o de que al fin
enseñara a ignorantes senderos de violencia,
o agitara contra los poderosos a los débiles,
que no tenían más que coraje y deseo?
¿Qué la podría haber calmado, con un alma
que la nobleza hizo sencilla como un fuego,
con la belleza de un arco en tensión,
algo tan anormal en estos días,
y altiva, y solitaria, e implacable?
¿Qué otra opción le quedaba, siendo lo que es?
¿Había una segunda Troya que pudiera incendiar?
.
.
.
Why should I blame her that she filled my days
With misery, or that she would of late
Have taught to ignorant men most violent ways,
Or hurled the little streets upon the great.
Had they but courage equal to desire?
What could have made her peaceful with a mind
That nobleness made simple as a fire,
With beauty like a tightened bow, a kind
That is not natural in an age like this,
Being high and solitary and most stern?
Why, what could she have done, being what she is?
Was there another Troy for her to burn?
(William Butler Yeats, No second Troy; trad.: R.M.)
Muy buena traducción. Casualmente hoy pretendía traducir "Adam's Curse."
ResponderEliminarCuidao' con las Hellenas amor.
ResponderEliminarBonico!
David,
ResponderEliminargracias por el halago. La hice un poco rápido pero llevaba años queriendo traducir este poema, que es uno de mis favoritos de Yeats y no siempre bien entendido (hay quien lo señala como muestra de una supuesta "misoginia" del autor, en mi versión he acentuado que no es tan así).
Tu blog es muy interesante, cuando traduzcas ese poema avísame, cuélgalo allí o pásamelo, por favor.
María,
ResponderEliminares un bonito consejo que te agradezco, no te imaginas lo oportuno que es -o hubiera sido, en su momento. Bueno, si Yeats sobrevivió a Maud...
abrazos
Estupenda traducción.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste, Martha :)
ResponderEliminar"¿Qué otra opción le quedaba, siendo lo que es?"
ResponderEliminarHermoso.
Un saludo
lo que tiene Troya es que siempre arde
ResponderEliminarRubén, este poema me ha gustado muchísimo, de hecho lo he leído muchas veces en los últimos día. Un poco en la línea de lo que comentamos el otro día, lo que a mí me fascina de este poema es ver como Yeats, un poeta que es una unidad, quizá en ocasiones demasiado unidad y rectitud, se ve descompuesto por la intensidad de un otro, y esa descomposición desde su unidad le produce ira pero una ira que es agradecida, una ira del agradecimiento y de lo vivido. Una pena que Yeats esté muerto, porque sería muy interesante oírle recitar este poema y ver los matices y giros que su voz da a este poema, oír como concilia su desprecio con su admiración. No hay contradicción en una ira del agradecimiento ni en un desprecio admirativo, y si escucháramos el poema recitado estoy segura de que habría aun menos contradicción que cuando lo leemos. El lenguaje escrito puede fomentar las contradicciones pero el hablado las habita y hace comprensibles.
ResponderEliminarAquí puede escucharse a Yeats leyendo otro poema:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=u2FT4_UUa4I&feature=related
Sinceramente, recitando no me parece gran cosa. La solemnidad esperable y poco más.
Este poema, "No second Troy", tampoco me ha gustado, ni me aporta nada en términos de lenguaje ni de pensamiento.
Yeats nunca me dijo nada en ningún caso, para mí cultiva un lenguaje normalizado -sin quiebro, sin re-quiebro- de escaso interés.
Me gusta, eso sí, que disintamos, y sentiros lejos, como en este caso, sentir que habitamos lenguas extranjeras e irreductibles.
un abrazo
"El lenguaje escrito puede fomentar las contradicciones pero el hablado las habita y hace comprensibles".
ResponderEliminarIncreíblemente más interesante lo que dice Ana que el inane y monocorde Yeats, si se me permite la licencia (que me tomo con total descaro) de la sinceridad brutal.
Leonardo,
ResponderEliminarbienvenido, un saludo para ti también :)
Raúl,
burning burning burning.
Ana,
la moderación de comentarios se activa sola cuando la entrada lleva mucho tiempo, por eso tu comentario no aparecía. Me alegra mucho compartir contigo esa atracción por este poema. Has dado en una de las claves de por qué es tan especial para mí. Es cierto que el poema parece escrito desde la ira o al menos el despecho, pero también desde la admiración, el agradecimiento por lo vivido, como dices, y en ese sentido lo identifico mucho con mis propias emociones, ya sabes a lo que me refiero. Sí que sería interesante escuchar a Yeats recitarlo, comprobar qué pesa más en su tono de voz, en la gravedad de cada palabra y cada una de estas preguntas con respuesta.
Abrazos.
Rubén:
ResponderEliminarse perdió un comentario mío, o quizá te pareció muy destroyer y no lo has subido por eso ;)
En realidad el rechazo a Yeats iba unido a una reivindicación de la amistad: sentir cómo el otro se extranjeriza es una forma de sentirlo próximo.
abrazos
Stalker,
ResponderEliminarno te preocupes, tu comentario no me ha parecido para nada impertinente. Ahora mismo no caigo en ningún poeta o poema que a ti te llegue y a mí no; tendré que pensarlo para cultivar ese extrañamiento que como señalas es fortalecedor de la amistad, también es una forma de acercamiento, desde la discordancia :)
un abrazo
Stalker, gracias por el video de you tube, por otro lado, es cierto que es poco inspiradora la voz de este hombre. De cualquier forma, a mí me interesaba verle recitar concretamente este poema que Rubén trae aquí, pues quiero ver cómo con la voz daba forma a su contradicción. Como yo misma digo y en parte es lo que tú señalas, Yeats era una unidad absoluta como poeta, y por eso precisamente es un poeta que nunca ha terminado de convencerme. Sin embargo en este poema me parece percibir que esa unidad se ve amenazada, y ante esa amenaza lo que me atrapa del poema es sorprender en él, pequeño yo dañado, lo que he percibido como una ira del agradecimiento. Y de qué forma se retuerce el yo lenguajizado de Yeats, de qué forma, a pesar de su lenguaje como ley, aquí hay una emoción bifurcada que le traiciona, que traiciona su principio de siglo xx.
ResponderEliminarPor supuesto, bienvenidas siempre las diferencias, enriquecen más que las igualdades. Un abrazo.
Ana:
ResponderEliminarme gusta mucho cómo lo piensas y sientes. Y para mí hay mucha más temblor, mucho más tacto en el lenguaje, mucho más con-tacto, en tu comentario que en el poema de Yeats. Lo digo con toda sinceridad.
Me gusta mucho esa emoción bifurcada como forma de la traición a la que aludes,
abrazo